Las manos trabajan los colores que nos imaginamos y cuentan una historia. Cada pieza transmite la luz de forma limpia y serena, sin ruido, con esa sencillez que se queda. Cada puntada dada con maestría y con esa esencia que solo las cosas manuales pueden brindar.
Con esta colección de apliques queremos poner en valor lo hecho con las manos, la concentración que se requiere y a la vez la paz que se respira dejando tu cabeza descansar. Esta colección hace que fluyas.
Cada aplique es como un paño tendido al sol: cercano, familiar.
Un objeto que parece haber estado siempre ahí, esperando a que lo mires con calma.
Luz que cuenta un cuento sin palabras.
TEXTILES